MYSTICI CORPORIS CHRISTI
SOBRE EL CUERPO MÍSTICO DE CRISTO
Carta Encíclica del Papa Pío XII promulgada el 29 de junio de 1943
SOBRE EL CUERPO MÍSTICO DE CRISTO
Carta Encíclica del Papa Pío XII promulgada el 29 de junio de 1943
La Doctrina sobre el Cuerpo Místico de
Cristo, que es la Iglesia[1], recibida primeramente de labios del mismo
Redentor, por la que aparece en su propia luz el gran beneficio (nunca
suficientemente alabado) de nuestra estrechísima unión con tan excelsa Cabeza,
es, en verdad, de tal índole que, por su excelencia y dignidad, invita a su
contemplación a todos y cada uno de los hombres movidos por el Espíritu divino,
e ilustrando sus mentes los mueve en sumo grado a la ejecución de aquellas obras
saludables que están en armonía con sus mandamientos. Hemos, pues, creído
Nuestro deber hablaros de esta materia en la presente Carta encíclica,
desenvolviendo y exponiendo principalmente aquellos puntos que atañen a la
Iglesia militante. A hacerlo así Nos mueve no solamente la sublimidad de esta
doctrina, sino también las presentes circunstancias en que la humanidad se
encuentra.
Nos proponemos, en efecto, hablar de
las riquezas encerradas en el seno de la Iglesia, que Cristo ganó con su propia
sangre[2] y cuyos miembros se glorían de tener una Cabeza ceñida de corona de
espinas. Lo cual ciertamente es claro testimonio de que todo lo más glorioso y
eximio no nace sino de los dolores, y que, por lo tanto, hemos de alegrarnos
cuando participamos de la pasión de Cristo, a fin de que nos gocemos también con
júbilo cuando se descubra su gloria[3]. LEER...